Sigue estos consejos si te cuesta dormir cuando hace mucho calor

Estamos a punto de entrar de lleno en el verano y las temperaturas están subiendo poco a poco, lo que provoca que demos muchas vueltas en la cama para intentar quedarnos dormidos. Hay múltiples problemas provocados por una mala calidad de sueño, como son la irritabilidad, la falta de capacidad de concentración, la alteración de los estados de ánimo y, por tanto, un peor rendimiento laboral. Para evitar que se produzcan todos estos problemas, hay una serie de trucos que puedes seguir y que te ayudarán a descansar.

Evitar el aire caliente

Si no tienes aire acondicionado o prefieres que la factura no sea demasiado elevada, hay algunos trucos que puedes poner en práctica. Por ejemplo, puedes intentar colocar un ventilador en las ventanas para que el aire caliente no llegue a acceder a la casa. También puedes optar por colocar un bol con hielo o agua muy fría delante de las aspas del ventilador para que el aire que mueva sea más fresco. Además, puedes optar por colocar una sábana mojada en la ventana.

Un buena ducha tibia

Al contrario de lo que muchos puedan llegar a pensar, el agua fría no ayuda en nada a bajar la temperatura corporal ya que genera un efecto rebote. Aunque en un inicio te puedas sentir mejor, con el paso de los minutos el golpe del calor será mayor. Por ello, sí es recomendable darse una ducha antes de acostarse para refrescarse, pero con agua tibia.

Hacer una cena ligera

Las comidas pesadas obligan al cuerpo a hacer más esfuerzo por digerirlas, lo que provoca más calor, además del que provocan si el plato es caliente. Por ello, algunas de las mejores opciones posibles son el gazpacho, las ensaladas y yogures. Es importante no saltarse la cena, porque es una de las comidas importantes del día, pero sí hay que intentar hacerla lo más ligera posible.

Opta por un pijama húmedo

Es una buena táctica para intentar contrarrestar el calor apostar por humedecer tu pijama o, en su defecto, unos calcetines. Eso sí, es importante que coloques bajo tu cuerpo una toalla para que vaya absorbiendo el exceso de agua. Si este truco no te convence, entonces opta por un pijama bastante fino y ligero y, lo que puedes hacer, es humedecer un trapo con agua fría y colocarlo en tu frente.