¡Qué no te engañen con el pavo! El del supermercado ni es sano ni es natural

El fiambre de pavo siempre se ha considerado un alimento sano. Tan sano que en la mayoría de dietas está en el top de alimentos con menos calorías y muy recomendable en el desayuno. Pero ¿realmente es así?

Supongamos que vamos al supermercado y decidimos comprar pavo, la mayoría de nosotros cogeríamos el típico pack en lonchas o algunos irían a la charcutería creyendo que es más bueno si se lo cortan en el momento.

Pero la realidad es que la mayoría de las marcas de fiambre venden un producto que no contiene más de un 60% de este ave. El 40 restante son ingredientes añadidos nada saludables.

El fiambre de pavo es considerado un producto procesado que contiene una gran cantidad de sal. La mayoría de las personas compramos sin fijarnos en detalle en la lista de ingredientes. Pero sólo nos hará falta leerla para darnos cuenta de que no consumimos prácticamente pavo.

El otro ingrediente protagonista es la sal, por lo que hace que no tenga valor nutricional para nuestro organismo. La media en general de estos paquetes es de 2 gramos por cada 100 de producto, por lo que un paquete de tan solo 200 gramos supondría la cantidad máxima de sal recomendada al día. Otro ingrediente que suele aparecer son los azúcares libres añadidos.

La industria nos intenta despistar con la forma de etiquetar los productos. Si nos fijamos bien en el supermercado la mayoría de paquetes juegan con el tamaño de las letras. Poniendo la palabra fiambre en pequeño y destacando la de Pechuga de Pavo.

Pero no pensemos que el fiambre recién cortado es mejor, la mayoría tienen el mismo porcentaje que los de paquete, a pesar de ser más caro.

Nuestro consejo desde aquí es leer la lista de ingredientes o preguntar a nuestro charcutero de confianza y buscar alguno que llegue alm 90% o más. Es necesario estar informados de lo que verdaderamente estamos comiendo. Y no por ello tachar a este alimento como malo, pero sí es necesario que sea de buena calidad para consumirlo.