Descubre los errores que cometemos al hacer dieta

Comienza la época en la que muchas personas deciden ponerse a dieta para lucir con la llegada del verano, pero cumplir un régimen no es algo sencillo y, en ocasiones, incluso haciéndolo no notamos los resultados que nos gustaría. Una dieta equilibrada, bastante sana y nada. ¿A qué se debe? ¿Qué es lo que estamos haciendo mal?

Pon límite a los frutos secos

Los frutos secos siempre se han planteado como un alimento imprescindible en cualquier dieta. Son ricos en grasas y también aportan gran cantidad de fibra, vitaminas, minerales y proteínas. Sin embargo, como todo, si abusamos de ello no es bueno ya que, por ejemplo, 100 gramos de nueces crudas suponen 688 kilocalorías, lo que supone algo más del 30% del total de kilocalorías diarias recomendadas. Por esto, se recomienda que para evitar pasarse se coman unos pocos cuando nos entre el gusanillo, en una ensalada o incluso machacarlos para sustituir la harina refinada.

No abusar del aceite

En nuestra dieta mediterránea el aceite es un elemento básico, clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, no podemos pasarnos porque no hay que olvidar que una cucharada sopera de aceite de oliva son 100 calorías. No se trata en dejar de consumirlo, simplemente lo que hay que hacer es controlar la cantidad

Cuidado con el sofrito

En la base de la nutrición saludable se encuentra la comida casera, por lo que sustituimos muchos de los productos de bote por algo que hayamos preparado nosotros mismos. El sofrito preparado entonces queda sustituido por el tomate y cebolla picado fino y cocinado a fuego suave. Sin embargo, si no nos limitamos simplemente a eso puede suponer un problema. Al añadir otros elementos, otros condimentos, salsas, carne, empiezan a aumentar las calorías y las grasas, aunque el hecho de dejar de comer grasa no te hará adelgazar.

No hay galletas totalmente sanas

Todos tenemos antojos y en ocasiones, cuando nos entra el gusanillo, nos apetece comer algo más que una pieza de fruta o unos frutos secos. Por lo general, sabemos que no podemos comernos un donut relleno o una palmera de chocolate, por lo que se opta por una de esas galletas digestive que tan buenas parecen ser por lo que anuncian en sus envases. No obstante, no es oro todo lo que reluce, y al final estos productos son procesados y están cargados de calorías.

Elige bien tus yogures bífidus

Los científicos aseguran que añadir probióticos en nuestra dieta beneficia a nuestra salud. Sin embargo, hay que tener cuidado a la hora de elegir un yogur, ya que no todos son tan sanos como prometen. De hecho, algunos contienen hasta 20 gramos de azúcar por unidad, algo que se puede y debe comprobar en la ficha nutricional del propio producto.