Cómo pelar una patata cocida sin dejarse la mitad pegada a la piel de la manera más sencilla

Traemos el truco definitivo para que este deje de ser un problema en la cocina y quieras usar este tubérculo de esta manera con mayor asiduidad
El truco infalible para pelar una patata cocida sin desperdiciar la mitad y dejarla en la piel pegada

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¿Cuántas veces te has lamentado por no ser capaz de pelar bien una patata cocida? Este puede ser uno de los motivos por los que no te apetezca utilizar este tubérculo, cocinado de esta manera, de manera más habitual a como lo haces. Sin embargo, aquí estamos para tratar de facilitarte la vida y para enseñarte cómo puedes terminar con este obstáculo. Tenemos dos maneras muy sencillas que van a permitir que peles la patata sin dejarte la mitad de ella pegada a su piel.

La primera de ellas consiste en hacer un corte alrededor del diámetro de la misma antes de introducirla en el agua, con un pellizco de sal, donde la pondremos a cocer. Una vez cocidas, tan solo tendrás que tener paciencia para que se enfríen bien -para acelerar el proceso, puedes ponerlas en agua, en un recipiente, incluso con hielo- y podrás sacar la piel casi de una pieza y de una manera más que sencilla. Vamos, un procedimiento idéntico al del escaldado de los tomates cuando los necesitamos para realizar alguna creación gastronómica en la que es mejor pelarlos para no encontrarnos esos pedazos en su posterior elaboración.




También funciona pasarlas por agua muy fría recién sacadas del recipiente donde las acabas de hervir, ya que de este modo cortaremos, de manera radical, el proceso de cocción. Tras esto -y teniendo siempre en cuenta la proporción entre agua y patatas-, realizaremos unos cortes en la piel de manera que favorezca su retirada. No podemos perder de vista la enorme temperatura que alcanza la patata. De este modo, con refrigerándolas, podremos manipularlas con las manos con tranquilidad y sin miedo a quemarnos los dedos.

Hay quien puede preguntarse si no es mejor pelarlas y, después, cocerlas. Lo cierto es que depende del uso que vayamos a darle. Por ejemplo, si vamos a emplearlas en hacer un puré, deberemos retirar la piel tras su cocción. De este modo obtendremos una textura mucho más cremosa. Además, este proceso puede ser tan solo el primer paso antes de preparar las patatas de otras muchas maneras

El tiempo perfecto de cocción

Y ya que estamos metidos en materia, cabe hacerse otra pregunta en nuestro camino por conseguir esa patata cocida a la que nadie pueda poner pegas. ¿Cuánto tiempo debemos tener una patata cociendo para que tenga el punto perfecto? Es obvio que dependerá mucho de su tamaño. Teniendo esta premisa clara, las patatas medianas tardan unos 20 minutos, mientras que las grandes precisan 30 minutos. Lo que debemos tener en cuenta es elegir patatas del mismo tamaño para evitar diferentes puntos de cocción en una misma remesa.




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