Apaños sencillos cuando el pelo no está recién lavado

Seguro que sabes que los expertos en cabello recomiendan no lavárselo a diario. Sin embargo, nos encanta la sensación de tener el pelo limpio y poder dejarlo suelto sin preocuparnos por si se ve graso.
Al final, nos lo lavamos hasta cuando tenemos un evento y ya sabemos de antemano que vamos a llevar un recogido. ¡Error!

Por eso precisamente, porque hay peinados que se hacen mejor con el pelo no tan limpio, y porque no está de más variar de vez en cuando, queremos hacer un repaso a algunos que son fáciles, disimulan la grasa y, además, son tendencia:
 

La clásica trenza. Tirante como las que nos hacían de pequeñas, o suelta en plan improvisada (guiño guiño).
 

Moñete con el pelo suelto. Este sí que puede ser improvisado de verdad. Si lo hacemos sin mirarnos al espejo y queda algo torcido, no pasa ni media. Suele sentar mejor cuanta menos simetría tiene.

Moño bajo. Este vale para un roto y un descosido, que se suele decir. Con un look más informal, o para un evento de etiqueta. Va genial, pero hay que llevar cuidado para que no dé un aspecto demasiado serio.
 

Moño alto. Aparte de dar una sensación de facciones más afiladas, si el recogido se hace con un lápiz, enrollando el pelo en un caracol y clavándolo de abajo hacia arriba, se crean pequeñas ondulaciones. Así que, si quieres darle forma al pelo recién lavado, también puedes utilizar este truco con el cabello mojado, además de evitar las marcas de las gomas del pelo.

 

Coleta. Además de uno de los peinados más cómodos, puede ser muy elegante si se hace bien; ya sea alta (mejor para cabellos largos) o baja (ideal para medias melenas).
 

Sobra decir que, si piensas que tienes el pelo hecho un desastre, ya puedes llevar un peinado de peluquería, que no lo vas a lucir.
¡La actitud es el mejor (a)condicionador!