Diario de una familia numerosa española en Estados Unidos

Cristina, Miguel y sus cinco hijos, Belén, Isabel, Cristina, Miguel y Carolina, son una familia normal, a excepción de que no saben dónde van a vivir a corto plazo.
Tras residir en París y Valencia, esta familia murciana ha acabado mudándose a Newport News (Virginia), a unas tres horas de Washington, en Estados Unidos, donde están pasando por uno de los capítulos más extraños de su vida.

En sus ratos libres, "Cris madre" se dedica a recopilar las mil y una historias que les suceden a diario, y así las comparte en esta suerte de cuaderno familiar de viajes; este capítulo, en concreto, hace balance del tiempo transcurrido desde su llegada:

"Hace un año, despedíamos 2017 con aperitivos navideños, mañanas soleadas y tardes de belenes, ajenos a lo que nos deparaba el año nuevo que estaba por venir, mientras vivíamos entre dos ciudades, aún con recuerdos recientes de nuestra anterior aventura parisina,y esperando a un miembro más en la familia.

Fue entonces cuando nos llegó la noticia de que nuestro próximo destino iba a estar muy lejos de todo lo que conocíamos y amábamos, recién empezado el año y, con esta noticia en el horizonte, dimos la bienvenida a este nuevo destino, casi al mismo tiempo que empezaban las despedidas...
Ha sido un año duro y largo,lleno de momentos fáciles y difíciles, del que al final intentamos que lo malo nos haga más fuertes,y que lo bueno nos anime para seguir luchando cada día.
 

Llegamos a América en agosto después de muchos y enrevesados sucesos a los que, después de casi 10 años, 5 hijos, 3 países de residencia y 2 continentes, aún nos cuesta acostumbrarnos, pero al final, poniendo al tiempo buena cara.
No termino de acostumbrarme a un país tan tan tan distinto a España, desde las costumbres al clima, pasando por el propio carácter de su gente; un lugar lleno de contrastes, además de los que ya conocíamos; muy extremo en algunos ámbitos.

Desde que llegamos, hemos intentado vivir al máximo todas esas cosas que vemos en las películas, que son exactamente como en estas, así como las otras pequeñas cosas que conforman el día a día, que también son exactamente como en las películas; todos hemos crecido un poco de golpe desde que llegamos, y estamos aprendiendo a convivir con los pequeños y grandes desafíos que derivan de este cambio de vida: nuevo idioma, hacer nuevos amigos, aprender nuevas costumbres... yo, después de nueve años, he tenido que empezar a conducir porque esta forma de vida lo exige... en fin, todo lo que conlleva empezar otra vez de cero.

Nos resulta imposible olvidar lo que hemos dejado atrás, pero vivimos al día pensando que lo que vendrá siempre será mejor.
Somos en general, una familia bastante atípica (9 años casados y 5 hijos) con una situación bastante peculiar: dependemos de las ayudas del gobierno en investigación, así que nos movemos allá donde el viento nos es favorable.
Después de tantos sacrificios, poder vivir estas experiencias, conocer a gente de diferentes culturas y pensamientos, también un poco (por qué no decirlo) vivir la emoción de no saber en qué parte del mundo viviremos mañana... es una oportunidad que tiene muy poca gente y, por ello, prensamos que somos unos auténticos privilegiados.

Así que nos enfrentamos al nuevo año como un reto,disfrutando,experimentando,viviendo... al final, es lo único que puedo pedirle a la vida: que nunca deje de sorprenderme."
 

Continuará...