Las famosas fracasan en el mundo de la moda: muchos seguidores pero pocas ventas
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El mundo de la moda es un mundo bastante díficil. Y sino que se lo digan a todas esas personas que luchan cada día por triunfar y hacer un hueco. Mucha gente pensará que con contactos es fácil triunfar pero aquí va un ejemplo.
Mujeres famosas, con gran influencia en las redes sociales, contactos y dinero para montar un negocio. ¿Qué puede salir mal? Pues muchas cosas, y ya le ha pasado a más de una.
Antonella Roccuzzo, mujer de Lionel Messi, y su amiga Sofía Balbi, casada también con Luis Suárez, anunciaron en 2017 su propia firma de calzados en Barcelona. Una marca que parecía que iba a triunfar con numerosas compañeras que promocionaban y llevaban su calzado y con sus maridos. Pero antes de cumplir los dos años decidían poner punto y final a esta etapa y cerraban su tienda. Ahora Antonella estrena nueva faceta como modelo de fitness.
Pilar Rubio que pronto será de nuevo mamá se estrenaba este año 2020 cerrando su marca de ropa. En abril del pasado año anunciaba muy emocionada su nuevo proyecto empresarial junto a su estilista Raquel Costa. A la venta estaban prendas que utilizaba en el día a día la presentadora y los precios oscilaban entre los 30 y 250 euros. Un proyecto que pudo desaparecer por una disputa entre las amigas, ambas se dejaron de seguir y se ha borrado todo rastros de la marca.
Pero no sólo le van mal a las mujeres de los futbolistas. Otra persona bastante influencer en el mundo de las redes sociales es Eugenia Osborne, hija de Bertín. Ella tampoco habría tenido tanta suerte. Aunque nunca se ha confirmado desde primavera del año pasado no se ha publicado nada en la red social de su marca de joyería, ni ninguna nueva colección. Además está su página web cerrada.
Luego existen otras personas que a pesar de no haber echado el cierre definitivo han decidido aparcar su proyecto o dejarlo en “Stand by”, como es el caso de Tamara Falcó o la influencer Alexandra Pereira.
Y luego hay marcas que siguen en funcionamiento pero que a lo mejor no han pasado por buenas rachas siempre. Este caso podría ser el de Sara carbonero y su amiga Isabel Jiménez que tras un bache en 2018, en abril de 2019 decidían reinventarse y dar un nuevo giro a su marca convirtiéndola en sostenible.
Las últimas en sumarse al mundo de la moda han sido la influencer Maria Pombo, con una marca que eligieron sus propios seguidores y que se basa en prendas exclusivas y otra que comparte con su hermana, cuñado y marido. Por último nombrar a la marca de Paula Echevarría que aunque no sabemos muy bien cómo va, esperemos que tenga un buen alcance.
Mujeres que se arriesgan y deciden crear nuevos proyectos que finalmente por diferentes razones no llegan a tener una gran éxito. La última en arriesgarse ha sido Belén Esteban con su propia marca de decoración. ¿Quién será la siguiente?
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