La historia de superación de Cristiano Ronaldo: un hombre hecho a sí mismo

El jugador acaba de alzarse con el primer título en su nuevo club y está pletórico con su familia, pero no todo ha sido un camino de rosas
Cristiano

 

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Detrás del lujo, las fotos perfectas, las marcas y todo lo que rodea la vida del futbolista Cristiano Ronaldo, hay una historia de superación muy grande. Un joven que tuvo que hacerse a sí mismo para salir de la pobreza más absoluta y cambiar su vida y la de toda su familia.

 

Cristiano acaba de conquistar con la Juventus su primer Scudetto. Recordemos que el portugués llegó al principio de la actual temporada a la Juve, desde el Real Madrid, con la misión de llevar al equipo al título en la Liga de Campeones, una competición que el luso ha levantado en cinco ocasiones durante su carrera, una con el Manchester United y cuatro con el conjunto 'merengue'. Sin embargo, este año no ha podido ser. El equipo italiano cayó en cuartos ante el Ajax.

Pero su primer título con la Juve y sus declaraciones en las que confirma que seguirá un año más ''para cumplir su objetivo'', lo ha situado de plena actualidad. Y como las historias de superación inspiran tanto, vamos a recordar una de las vidas mediáticas de mayor superación, porque tras un palmarés de Champions, Balones de Oro, Botas de Oro y reconocimientos de Pichichis, hay mucha lucha, sufrimiento y valentía detrás.

Cristiano Ronaldo es un amante del estilo de vida saludable, del deporte y la música. Solidario y generoso con quienes les rodea. Así lo describen su entorno y así lo describen sus acciones. El deportista lejos de los focos es un hombre que ayuda a quienes más lo necesitan y dona generosas cantidades de dinero por grandes causas. Además es un padre de familia cariñoso y entregado. Junto a Georgina Rodríguez ha conseguido cumplir su mayor sueño: tener su propia familia. Con ellos ha recuperado la estabilidad y el equilibrio emocional que siempre anheló. Cristiano Ronaldo júnior, Eva, Mateo y la pequeña Alana Martina junto a Georgina son su debilidad. Así como su madre y hermanos y sus amigos más íntimos.

A sus 34 años es reconocido como uno de los mejores futbolistas de la historia, pero no siempre fue así. Cristiano tiene unos orígenes muy humildes, nació en una isla de Portugal, Madeira. Su situación familiar estuvo marcada por un problema con la bebida de su padre Dennis Aveiro. Algo que marcó la vida de Ronaldo y de toda su familia. Tal enfermedad llevó a su punto más trágico el 7 de septiembre de 2005, cuando su padre murió por una crisis renal a causa de sus problemas con el alcohol.

Desde muy niño, quienes hablan de CR7, lo recuerdan con un balón al lado. Su vocación le viene de siempre. Uno de los momentos más duros fue cuando tuvo que salir de Funchal para irse a vivir solo a Lisboa y poder probar suerte en el fútbol. ''su gran obsesión era trabajar duro y poder sacar de la pobreza a su familia'', dice su círculo. Con tan solo 14 años ya mostraba su garra y ambición que demuestra en el 2019 en el campo.

Un año después, a los quince años, Cristiano vivió un momento trágico, decisivo para el futuro de su vida. Y de su carrera. Ya pertenecía al Sporting de Lisboa, que en realidad se denomina Sporting Club de Portugal. Había realizado una prueba y le habían fichado. La velocidad, su carácter y su agresividad en ataque fueron virtudes de lo más admiradas por los ojeadores del equipo de la capital. Todo se podía acabar cuando se le detectó un problema de corazón que pudo retirarle del fútbol. El Sporting informó a su madre, Dolores dos Santos, de su dolencia cardíaca. ''Necesitábamos el permiso de Dolores para operarle y ver si el problema tenía solución o había que colgar las botas a los 16 añitos'', han contado miembros del club en diferentes documentales.

''Doña Dolores, que ha estado siempre a su lado hasta llegar a ser el número uno, dio permiso para la intervención quirúrgica. Se le operó con láser. Todo salió bien. Ya no había lesión. Podía continuar su sueño de ser futbolista. Pocos días después exigía entrenarse de nuevo. Volvía a empezar, con mayor ilusión'', añadieron.

Tras años de duro entrenamiento para ser el número 1 Cristiano debutó en la Primera división portuguesa, con el Sporting, a los 17 años. El joven de Madeira era un chico muy delgadito y tenía que entrenar más que ninguno para conseguir músculo y masa corporal. De ahí, su obsesión por el culto al cuerpo y al deporte. ''Estar siempre fuerte de cuerpo y mente'', es su eje central.

Su gran oportunidad llegó a los 16, un miembro del Liverpool se interó por CR7, Gerrard Houllier. Sin embargo, no le fichó porque le observó muy joven y delgado. Y como la vida son momentos, poco tiempo después llegó su mentor y ''padre'' futbolístico, llegó Alex Ferguson y le cambió la vida. Cristiano fichó por el Manchester United y pasó de ganar 1.500 euros a 150.000 en un día. Pero no se le subió el dinero a la cabeza. Al revés. No pensaba en el dinero. Sí pensaba en solucionar su vida para su madre, Dolores, que tanto había sufrido tanto. Además de los problemas con su padre, su madre y toda la familia tuvo que superar otro gran problema con su hermano mayor, Hugo, quién cayó en adicciones. El futbolista ha rescatado en numerosas ocasiones a Hugo de este problema, le pagó grandes centros de rehabilitación para que su hermano mayor saliera de esa pesadilla hasta que finalmente lo logró.

Han sido muchos los capítulos grises en la vida de Cristiano antes de que llegara a Madrid. Tras salir del Manchester United llegó al Real Madrid en el mejor momento de su carrera. Y su historia mediática hasta la fecha es conocido por todos.

Su vida sentimental también ha pasado por varias etapas, pero sin duda, la llegada de Georgina Rodríguez marcó para siempre su destino. Con ella y su especial historia de amor, ha logrado cumplir el sueño de tener su propia familia y tener una estabilidad emocional que necesitaba.

La propia Georgina pudo conocer en primera persona cada lugar en el que creció Cristiano y escuchar su historia por quienes le vieron crecer y tras ello, compartió esta reflexión: ''Y de pronto, te das cuenta de lo poderoso que puede ser un pensamiento, un sueño, vivir en positivo y con ilusión.  Hace unos días, cuando despedíamos el año y comenzábamos el 2018 en Madeira, me llevaron a conocer la calle donde creció mi amor. Una de esas visitas especiales y que marcan. Esta foto la tomamos en su  Antigua casa, donde Cristiano creció. Recuerdo a mi cuñado Hugo contándome anécdotas y se dibuja una sonrisa en mi cara mientras lo imagino allí, a un Cris de niño pasando horas y horas jugando solo concentrado con su balón, lanzándolo contra la pared, con un pie y con otro.  Ese es un lugar especial, se respiraba la ilusión, estaba lleno de sueños, esfuerzo, superación, pensamientos tan fuertes y profundos, que un día dejaron de ser sueños y deseos para convertirse en SU REALIDAD. Todo lo que nuestro SER proyecta y lucha por conseguir se hace realidad. De ahí la importancia de tener una mente limpia y un alma en paz, siempre siendo positivo. Que nadie nos limite, que nadie nos diga hasta dónde somos capaces de llegar, y si lo hacen debemos ser conscientes de que esos son solo los límites de la persona que habla, no los nuestros.
Fue muy emocionante conocer el lugar donde creció la Leyenda'', escribío en su post.

Una historia vital marcada por la lucha y superación. ''Su carácter no es más que una armadura ante los medios que le protegen, porque detrás de todo eso hay un buen padre, buen hijo, cariñosa pareja y gran amigo'', cuenta su círculo.

Para los más pequeños, conocer la historia de su ídolo es ver cómo con trabajo, constancia, superación y creyendo en uno mismo y en tu valor, las cosas llegan, los sueños se cumplen.

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