Marta Docampo

Soy Marta Docampo y escribo y hablo a la misma velocidad, por eso solo podía ser una cosa: periodista. Estudié en Salamanca, una ciudad que me dio amigos, una profesión y muchas noches de insomnio “voluntario”.

Me apasiona la radio y es el medio en el que trabajo hace humm!, lo he olvidado, pero para que te hagas una idea, he puesto vinilos, he usado discman y teléfono de los de ruedecita.

La música me da vida y, aunque lo intenté con la guitarra, me di cuenta de que hay cosas que es mejor dejar en manos de otros y limitarse a disfrutar de su trabajo. Lo de cantar tampoco es lo mío, salvo en el coche: Ahí lo doy todo. Cuando tengo bajón, nada como desgañitarme a ritmo de “Soy yo”, de Marta Sánchez, y salgo a comerme el mundo otra vez.

Soy gallega y ejerzo de ello, así que cada vez que puedo cojo el coche y me planto en Lugo a disfrutar de la playa. Uno de los mejores recuerdos que tengo de la infancia es el cestón de las toallas, la lata azul de Nivea y el bocadillo después del baño… tras dos horas para hacer la digestión, claro.

Admiro a todos los que son capaces de hacer cosas por los demás y tengo dos ángeles de la guarda, mi padre y mi tío, que cuidan de que no me meta en líos, que para eso tienen alas y ven todo lo que hago.

Mi mayor riqueza es mi familia. Tengo hermano, cuñada, sobrinos, tíos, primos, tres ahijadas y una madre que todavía me espera despierta en el sofá cuando voy de fiesta.

Me encanta salir con mis amigas, que son un tesoro y mis amigos, que me tratan como a una reina. Mis aficiones son muchas, disfruto con todo cada segundo, pero si me tuviera que quedar con una es montar el bici. Da igual que llueva, haga frío o calor, las rutas en bici no las perdono. También me gusta caminar y creo que la mejor manera de conocer cualquier sitio nuevo es a pie y sin navegador, así que sí… Me he perdido unas cuantas veces.

Estar en CADENA 100 siempre ha sido un sueño y ya ves que los sueños, si los deseas mucho, se cumplen.