Noche estrellada
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Disfrutar de una noche estrellada es uno de los planes idóneos para el verano pero, a veces, esos cielos brillantes apenas se aprecian, luego hay que ir en busca de los lugares que mejores vistas ofrecen. Es el caso del Teide, cuyo cielo se considera uno de los ?tres mejores del mundo?, únicamente comparable con el del desierto de Atacama en Chile, y con el de Hawái.
Su altitud, que lo mantiene alejado de las emisiones de contaminación atmosférica y lumínica, sumada al buen clima que caracteriza las Islas Canarias, hacen que esta montaña cuente con uno de los ambientes más puros del mundo.
El Teide constituye además el tercer parque nacional más antiguo de España, además de estar considerado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Debido a su origen volcánico, posee enclaves tan especiales como las "Narices del Teide", que expulsaron cantidades ingentes de lava en su última gran erupción, que data de 1798, así como el cráter de 800 metros de diámetro de Pico Viejo.
Asimismo, la altura del volcán más famoso de Tenerife forma una sombra al atardecer que llega a proyectarse en las islas vecinas, un fenómeno que merece la pena contemplar desde el mirador de La Rambleta. Dicho paraje ofrece unas vistas a la puesta de sol de El Hierro, La Palma y La Gomera, así como al cráter de Pico Viejo.
Entrada la noche, llega uno de los momentos preferidos por muchos lugareños y visitantes: el refulgir de miles de estrellas, que le ha valido a esta famosa montaña desde 2014 el reconocimiento por parte de la Fundación Starlight, una organización que promueve la observación astronómica, por no mencionar la visita de grandes genios mundiales de la talla de Stephen Hawking o Brian May, astrofísico además de guitarrista de Queen.
¡Que tengas una tarde luminosa, un beso de Grethel González!
