#MetasReales
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No, no os voy a proponer diez alimentos bajos en grasas y que sacian, o cinco que bajo ningún concepto tienen que formar parte de vuestra ingesta diaria.
Primer consejo: Aceptarnos. Aunque suene a lugar común. Aunque nos engañemos y pensemos que somos capaces de llegar a parecernos a aquel personaje de nuestra película preferida, ese que era el centro de todas las miradas...
Segundo: Una vez que nos conocemos y nos aceptamos, debemos ponernos metas reales que no lleven consigo más sacrificio que triunfo. Estoy descartando las dietas que te dejan con hambre, que te hacen soñar con donuts y pizzas, que te tienen todo el día deprimido y te hacen mirar los platos de tus compañeros de trabajo o del resto de miembros de tu familia como si fuesen las últimas provisiones de la tierra, o contar los días hasta la próxima comida familiar o cena de empresa...
Tercero: No se puede estar a dieta toda la vida porque, si se nos prohíbe algo, lo vamos a desear más. De igual forma, si siempre comemos lo que nos apetece, no vamos a valorar ese antojo que no conviene comer a diario y que nos permitimos en un día especial.
La comida no debe ser el centro de la vida, ni evitarla tampoco.
