Las cabinas telefónicas ya no son lo que eran

Buenos días, soy Antonio Hueso y una mañana más estoy contigo desde CADENA 100 con La mejor variedad musical hasta las 2, la 1 en Canarias en este Día Mundial del Teatro.

Para mucha gente (sobre todo los más jóvenes) la cabina de teléfono será un recuerdo del pasado y puede que muchos no sepan ni de lo que hablo. Es cierto que encontrar hoy en día una cabina telefónica es bastante difícil, pero todavía quedan muchas repartidas por todo el mundo. Sólo en Estados Unidos se calcula que quedan todavía unas 100.000 y en España ocurre más de lo mismo. La razón es bastante sencilla: todavía hay gente que las utiliza para llamar. Eso significa que siguen dando dinero y esa es una de las razones por las que se mantienen con un poquito de vida. Sólo en 2015 se calcula que entregaron unos 280 millones de dólares en ganancias directas para los operadores. También es cierto que donde más funcionan es donde la telefonía móvil es débil o en muchas ocasiones inexistente. Solo en la capital de España hay todavía unas 1000, que se suman a otras tantas en el resto del país. Un panorama muy distinto al de finales de los 90 que contaban con más de 55.000 terminales. La mayoría de ellas registran una media de poco más de una llamada al día... de risa. Las que no he vuelto a ver son las cabinas con puerta, como las que utilizaba Supermán para vestirse de súper héroe, esas son más difíciles de encontrar. 

Está claro que la telefonía móvil y los smartphone han ayudado a acabar con ellas y poco a poco han ido desapareciendo o se les ha dado un uso bastante distinto: como punto de encuentro para cargar nuestros móviles, como puntos de información ciudadana o para recargar los coches eléctricos.