Escapar de la rutina

Hemos escuchado aquello de que "las relaciones hay que alimentarlas día a día" hasta la saciedad. Pero, ¿en qué se traduce eso? Según una asesora familiar, la clave para no caer en la temida rutina pasa por reservar un tiempo para la comunicación y la cercanía pues, aunque pueda parecer una obviedad, las prisas cotidianas a menudo hacen que las conversaciones sean solo superficiales, o que las interacciones se vuelvan frías.

Este tiempo que hay que reservar al cuidado de la pareja se condensa en tres momentos ?sagrados? que debemos programar sí o sí:

Un minuto por día: valerse de las nuevas tecnologías para mandar una foto o un mensaje afectuoso. Un ?me acuerdo de ti"; así de fácil es sacarle una sonrisa a tu pareja, y sabes que es cierto porque a ti también te hace ilusión encontrar entre todos los correos del trabajo y los whatsapp chorra de tus amigos las palabras especiales de esa persona.

Una cita por semana: -No, no valen pizza y peli en casa- Que también es una buena idea pero, en esta ocasión, se trata de salir de casa; sin hijos, teléfonos ni demás distracciones.
Hay que currárselo un poco para sorprender al otro, conque cada semana uno tiene que elegir el plan. No me refiero a gastar dinero, así que la velada puede ir desde una cena en un restaurante caro, a pasear y comprar patatas de bolsa. La cita se puede plantear pensando en los intereses del otro, o en los de uno mismo con el fin de compartir las propias aficiones (siempre y cuando el otro no las odie).

Un fin de semana por año: Salir de la ciudad o del pueblo. Puede ser un viaje a lo grande, o una acampada en la playa o en el balcón de tu vecino. Solo hay que romper con el día a día y dedicarle a la pareja el tiempo que se merece; que os merecéis.

¡Feliz semana de parte de Jordi Cruz!