#EnemigosMuyAmigos

Y de repente, después de vaivenes y lesiones en los dos últimos años, Rafa Nadal nos regala un partidazo de esos mítico con su contricante clásico en grandes enfrentamientos sobre la pista de tenis, y una amistad abierta y sincera fuera de las pista : Roger Federer. 

Después de casi cinco horas de partido consiguió vencer al jugador búlgaro Grigor Dimitrov, aguantando, como siempre hace Rafa, que aprieta los dientes y lucha, lucha sin treguas, gane o pierda, pero no baja los brazos jamás. Y venció aunque el tenista búlgaro no lo puso fácil con su técnica envidiable.

Mañana es de esperar final épica de esas que los románticos añoran entre Nadal y Federer (aunque no tengas ni idea de tenis). Será la cuarta final del mallorquín en Melbourne, Australia, la novena en un Grand Slam frente a Federer. Y se medirán por trigésimo quinta vez, lo que ha dado pie a una complicidad y respeto entre ellos muy peculiar y que sólo puede darse cuando te has medido en competición en 34 ocasiones anteriores, dándolo todo.

Las estadísticas juegan a favor de Nadal, pero ya conocemos la modestia de Rafa Nadal

Con Roger siempre tenía a alguien mejor enfrente

Rivalidad llevada desde el respeto, dando la cara, jugando limpio entre ellos. Los aficionados del tenis - y todos- van a disfrutar, y ¡mucho! Y no es la primera vez: cuentan que Cash y McEnroe se iban de cañas y tocaban la guitarra juntos. 

Soy Raquel Cantos y no sé nada de tenis, pero sí se de gente que aprieta los dientes y lucha, lucha hasta el final, con respeto y juego limpio. ¡Vamos Rafa!!